sábado, 19 de marzo de 2011

Madurar.

Llevo mucho tiempo buscando el significado de esta palabra y por fin tengo una respuesta: Es imposible. Como un fruto maduro significa que está listo para comer, una persona madura significa que está lista para vivir. Indignante es pensar que eso es posible. Nadie, nunca, estará listo para vivir, nunca estás listo para sufrir la pérdida de un ser querido o para que tus ilusiones sean destrozadas. Incluso para las cosas buenas no estamos listos. Podemos pensar en tomar las decisiones correctas y llegar a la sabiduría mediante ellas, como decía Aristóteles, otra forma de ser adulto. Pero esta meditación nos quita una de las cosas más importantes en esta vida: la espontaneidad. ¿O es que Romeo había estado una semana pensando en si trepar por el balcón de Julieta? ¿O es que a caso no son mejores los viajes porque sí y sin premeditación? Sinceramente, para mí es más importante vivir intentando saber distinguir cuándo ser espontáneo y cuando tomar decisiones a llevar una vida donde la meta es "alcanzar el pleno desarrollo físico e intelectual" como indica la RAE.

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